El Reino Unido aplicará un arancel del 16% a las clementinas valencianas.

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 El Reino Unido aplicará un arancel del 16% a las clementinas valencianas.

Londres fija el 0% de aduanas a las naranjas y mandarinas de Turquía, Marruecos, Sudáfrica e Israel mientras España depende de Bruselas y todos guardan silencio.

valenciA. El Reino Unido ha comunicado su decisión de aplicar un arancel del 16% a las clementinas y demás mandarinas de la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2021. En el caso de las naranjas, los derechos aduaneros anunciados por Londres serían del 3,2%.

Esta es una consecuencia directa del Brexit y la configuración anunciada por el Gobierno británico tendría una repercusión catastrófica para las exportaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana. La medida se enmarca en las futuras relaciones comerciales entre la UE y el escindido Reino Unido pero en este caso concreto la gran perjudicada directa sería la citricultura valenciana.

España es el primer exportador mundial de cítricos en fresco, el Reino Unido es su cuarto país cliente, con unas 288.000 toneladas al año, y, de ellas, unas 200.000 son clementinas y satsumas, que se producen y exportan mayoritariamente desde la Comunitat Valenciana. Las ventas en el mercado británico de cítricos de otros países europeos son muy pequeñas, prácticamente irrelevantes en comparación con los volúmenes de España (más del 80% de la Comunitat Valenciana).

Tratos de favor

El Reino Unido compra cítricos a otros países de fuera de la UE, sobre todo a Sudáfrica, Marruecos, Israel, Egipto y Turquía, y además en cantidades crecientes en los últimos años, que se pueden ver espoleadas ahora por la sensible diferencia de trato comercial. Mientras Londres anuncia que aplicará unos aranceles aduaneros del 16% y del 3,2%, respectivamente, a las mandarinas y las naranjas de España, los países directamente competidores ya han firmado o están a punto de cerrar acuerdos preferenciales que en todos los casos concluyen con un 0% de tasas aduaneras.

El Comité de Gestión de Cítricos ha comunicado a sus asociados, empresas exportadoras, que el Reino Unido ha firmado acuerdos preferenciales con Sudáfrica, Israel, Marruecos y Turquía. En todos los casos, con el 0% de arancel. Con Egipto aún negocia, pero nadie duda igual resultado.

El Comité ha informado a sus miembros que el 16% y 3,2% de recargo aduanero se aplicaría a «aquellos países y territorios con los que no haya firmado (el Reino Unido) un acuerdo comercial preferencial», agregando que «a día de hoy, las negociaciones para el acuerdo sobre la relación futura entre la UE y el Reino Unido siguen su curso».

España debe apretar

La cuestión hace albergar serias dudas a los exportadores, porque no se sabe a ciencia cierta si todo depende por entero de la UE o convendría que el Gobierno de España se implicara más directamente en previsión de sobresaltos y disgustos de última hora, ya que somos el país que puede quedar más afectado, por lo que debería ‘apretar’ más a Bruselas, dada la importancia de nuestras exportaciones hortofrutícolas. Porque a los aranceles de los cítricos se sumarán los de todas las demás frutas y verduras que se venden al Reino Unido.

Fuentes exportadoras consultadas han mostrado su enorme preocupación por lo que pueda ocurrir, y que en cierta medida ya está pasando, porque diversas cadenas británicas de supermercados empiezan a pedir a sus proveedores valencianos que les pasen ofertas de precios para la próxima campaña citrícola. Sin embargo nadie es capaz de fijar nada en estos momentos, en medio de un mar de complicaciones.

Incertidumbre

La incertidumbre es total. Si los comerciantes tienen en cuenta los posibles aranceles anunciados, como salen precios más altos, los clientes se irán a comprar a otros países que ya parten de costes de producción inferiores y encima cuentan con arancel 0%. Si intentan ganar tiempo, en la esperanza de que pueda resolverse una negociación favorable, corren igual riesgo, que los otros no quieran esperar. Y si, para no perder ventas, se aventuran con un hipotético escenario final sin cambios y luego sale todo torcido, se podrían arruinar.

Para mayor complicación, Reino Unido anuncia severas inspecciones aduaneras y un fuerte incremento de los trámites burocráticos. Y enfrente, desde Valencia, Madrid y Bruselas, silencio y aparente conformidad.

Fuente: Las Provinncias